Un padre puede tener derecho a obtener indemnización por dolor y sufrimiento mental si su hijo muere en un accidente o incidente en Florida por culpa de otra persona. Si un «hijo adulto» (es decir que tenga 25 años o más) muere en un accidente, los padres pueden tener derecho a obtener indemnización por dolor y sufrimiento, entre otros daños y perjuicios. Este artículo comenta las indemnizaciones adjudicadas a los padres cuando su hijo menor de 25 años («minor child») ha muerto en un accidente causado por otra persona.
Quiero comentar algunos casos reales (no propios) y las cantidades que fueron adjudicadas por dolor y sufrimiento a los padres cuyos hijos murieron en accidentes. Entraré en detalles específicos y explicaré por qué se le adjudicó al padre la cantidad que recibió. También analizaré los casos y destacaré algunos factores importantes que no se mencionan.
Además, le invito a conocer algunos de los acuerdos que he logrado por homicidio culposo en Florida. Con respecto a las adjudicaciones a continuación, solo proporciono la cantidad de la indemnización por dolor y sufrimiento sin reducirla en el porcentaje de responsabilidad relativa del difunto y sin considerar los demás hechos que puedan reducir la adjudicación final por dolor y sufrimiento. En muchos de los casos a continuación, me fijo en la cantidad adjudicada por dolor y sufrimiento porque este es el factor más difícil de calcular en una demanda por homicidio culposo. En un caso de homicidio culposo, el caudal hereditario también puede recuperar los ingresos netos acumulados, los ingresos perdidos desde la fecha de la lesión hasta la fecha de la muerte, y los gastos médicos y funerarios.
El simple hecho de que un jurado haya adjudicado una buena cantidad por el dolor y sufrimiento ocasionados por la muerte de un hijo menor no representa una garantía de que los padres puedan conseguir el dinero. Hay 2 motivos para esto:
- Puede que el demandado (la persona que motivó la muerte del menor) no tenga el dinero para pagar la indemnización o adjudicación.
- El tribunal de primera instancia puede reducir la cantidad de la adjudicación.
- El demandante puede invocar el recurso de apelación, y la corte de apelación puede reducir la cantidad de la indemnización o adjudicación. (Este puede ser el caso de muchas de las adjudicaciones que se encuentran enumeradas a continuación.)
Dicho eso, primero echemos un vistazo a lo que han dicho las cortes de apelación respecto a si ciertas adjudicaciones por dolor y sufrimiento son excesivas. Si la cantidad adjudicada por el jurado en concepto de indemnización por dolor y sufrimiento es demasiado alta, la corte de apelación puede reducirla. Por lo tanto, cuando navega en Internet y ve las enormes cantidades (incluyendo algunas que aparecen a continuación) que han sido adjudicadas por los jurados, como se mencionan en los sitios web, tenga en cuenta que, posterior al veredicto del jurado, estos casos a veces se resuelven en cantidades menores que la adjudicada por el jurado porque ambas partes saben que la corte de apelación puede reducir la cantidad adjudicada por dolor y sufrimiento mental.
Veredicto real (caso no propio): Una adjudicación de $5,000,000 por daños y perjuicios no económicos (dolor y sufrimiento mental, etc.) fue ratificada (aprobada) para la madre de una mujer de 20 años que murió en un choque frontal de autos. El conductor del Hummer (marca de todoterreno) que causó el accidente andaba a una velocidad excesiva, no tenía los faros encendidos y pasaba otro vehículo en una zona donde no se permitía pasar. En su capacidad de representante personal del caudal hereditario de su hija, Rita, la madre, entabló la demanda por homicidio culposo en contra del conductor y del dueño del Hummer.
Se le adjudicaron $2,5 millones por dolor y sufrimiento pasados como resultado de la pérdida de su hija y $2,5 millones por dolor y sufrimiento futuros. Esto suma $5 millones por dolor y sufrimiento. En el momento de este veredicto, el jurado no había determinado si los padres del conductor responsable habían sido negligentes por permitir que su hijo condujera su auto. Conforme al Estatuto de Florida 324.021(9)(b)3, si los padres del conductor responsable no son negligentes, la cantidad máxima que deben pagar es de $100,000. En Florida, el dueño de un vehículo que permite que otra persona lo conduzca solo es responsable de pagar una indemnización de hasta $100,000. Este caso es Trevino contra Mobley, 5ª Corte Distrital de Apelaciones de Florida, 2011.
Mis reflexiones: Este caso demuestra que si una madre (o un padre) pierde a un hijo joven (de veintitantos años) en un accidente, no es poco razonable adjudicarle $5,000,000 por dolor y sufrimiento. La corte de apelación no mencionó la edad de la madre de la difunta, lo cual me parece interesante. Por lo general, cuanto más joven sea el padre del difunto, más se le adjudicará por dolor y sufrimiento. Esto se debe a que el jurado puede considerar la expectativa de vida del padre a la hora de adjudicar la indemnización por dolor y sufrimiento futuros. Cuanto más tiempo viva la madre, más tiempo padecerá del dolor y sufrimiento ocasionados por la pérdida de su hijo.
Veredicto real (caso no propio): Una adjudicación de $1,800,000 fue ratificada (aprobada) para los padres de un niño de 15 años por el dolor y sufrimiento ocasionados por su muerte. La corte de apelación determinó que el padre fue testigo del accidente y que su esposa sufrió de depresión como resultado del accidente.
Mis reflexiones: Básicamente, la corte de apelación determinó que el hecho de que el jurado le haya adjudicado $900,000 a cada padre no era improcedente. Llegué a la cifra de $900,000 dividiendo la adjudicación total en el número de padres (2). El caso fue Compañía Dominicana de Aviación contra Knapp, 251 So.2d 18 (3ª Corte Distrital de Apelación de Florida, 1971).
Ahora, echemos un vistazo a algunas adjudicaciones reales:
Caso real (no propio): $61 millones para los padres del hijo que era pasajero en un todoterreno que se volcó en el condado de Miami-Dade, Florida. Los padres demandaron a Ford, alegando que el diseño del todoterreno era defectuoso y que eso motivó la vuelta.
Caso real (no propio): $30 millones en el condado de Orange, Florida, para los padres de un menor que recibió una cantidad excesiva de un medicamento recetado, lo que ocasionó una sobredosis, y como consecuencia, su muerte. La demanda se entabló en contra del médico por mala práctica médica.
Caso real (no propio): $19 millones para la madre de un hijo menor que murió en un accidente de auto.
Joan Hall-Edwards, se desempeñó como representante personal del caudal hereditario en el caso de Lance Hall contra Ford Motors (condado de Miami-Dade, Florida).
En abril de 1997, el pasajero de un todoterreno de marca Ford murió cuando la conductora cayó dormida al volante. Cuando la conductora se despertó, intentó regresar el todoterreno al camino, pero volcó. La representante personal, la madre de Lance, demandó a Ford y tuvo éxito en su reclamo, alegando que existía un defecto en el diseño de la maniobrabilidad y estabilidad del Ford Explorer.
Mis reflexiones: El resumen del veredicto no mencionó si su madre presentó un reclamo en contra de la conductora del vehículo en el que Lance viajaba. Si este accidente sucediera hoy en día y Lance poseyera un auto propio, Joan también podría presentar un reclamo de hasta $10,000 en prestaciones médicas y por incapacidad, así como una pensión por muerte de $5,000, mediante el seguro de protección por lesiones personales (PIP por sus siglas en inglés) en la póliza de Lance.
Si Lance no poseyera un auto propio en el momento del accidente, pero viviera con su mamá, Joan habría podido presentar un reclamo por una pensión por muerte de $5,000 y hasta $10,000 en prestaciones médicas mediante la cobertura de PIP en su propia póliza de seguro. Si Lance no poseyera un auto propio ni viviera con su mamá en el momento del accidente, Joan habría podido presentar un reclamo por una pensión por muerte y prestaciones médicas mediante el seguro PIP del vehículo en el que Lance era un pasajero.
Joan también habría podido presentar una demanda contra el seguro de responsabilidad por lesiones personales (BI por sus siglas en inglés) de la conductora del vehículo. En la mayoría de las situaciones, el dueño de un auto en Florida es responsable de los daños y perjuicios causados a otra persona cuando alguien conduce su auto. Por lo tanto, Joan (la madre de Lance) habría podido demandar al dueño del vehículo por la negligencia de la conductora.
El resumen del veredicto no menciona si la madre de Lance estaba casada. Si estuviera casada, su esposo habría tenido fundamento para presentar un reclamo por dolor y sufrimiento mental como resultado del homicidio culposo de su hijo. En enero de 2013, el jurado adjudicó $19,000,000 por dolor y sufrimiento. $10,000,000 fueron por dolor y sufrimiento pasados, y $9,000,000 fueron por dolor y sufrimiento futuros. En una demanda por homicidio culposo en Florida, el padre tiene derecho a obtener indemnización por dolor y sufrimiento tanto pasados como futuros desde la fecha de la muerte en adelante.
Me parece que los $19,000,000 fueron adjudicados solamente a Joan, la madre de Lance. Aunque el caso es trágico, la buena noticia para Joan es que, siendo una empresa bastante grande, Ford cuenta con el dinero suficiente para pagar una adjudicación tan grande como esta.
Si la única persona responsable hubiera sido la conductora, la mamá de Lance posiblemente hubiera tenido que aceptar tanto el límite de la pensión por muerte en la cobertura de PIP como el límite de cobertura BI en la póliza de seguro de la conductora o la del dueño del auto. Por supuesto, esto presupone que alguno de ellos contaba con cobertura BI. Si Lance tuviera un seguro de cobertura de automovilistas no asegurados o con seguro insuficiente (UM/UIM por sus siglas en inglés), su madre habría podido presentar un reclamo contra esa cobertura en adición a la cobertura BI en la póliza de seguro de la conductora o del dueño del auto.
Caso real (no propio): Adjudicación de $17,5 millones para los padres de un menor que se ahogó en un centro de cuidado infantil en Hallandale, en el condado de Broward, Florida. Los padres demandaron al centro de cuidado por no haber supervisado adecuadamente al niño.
Caso real (no propio): Adjudicación de $15 millones en el condado de Pinellas, Florida para los padres de un niño cuyo proveedor de servicios médicos no logró diagnosticar y tratar su insuficiencia cardíaca, ocasionando su muerte.
Caso real (no propio): Adjudicación de $12 millones por dolor y sufrimiento para los padres de un niño de 9 años que murió al ser embestido por una furgoneta mientras andaba en bicicleta en un complejo de departamentos en el condado de Palm Beach, Florida.
Caso real (no propio): Adjudicación de $10 millones para los padres de un niño de 11 años que era un pasajero en el auto de su madre cuando un conductor ebrio lo chocó en una colisión lateral.
Caso real (no propio): $9,5 millones para los padres de una joven que murió cuando una señal de tráfico le cayó encima mientras conducía su auto por debajo de la misma. El albacea testamentario demandó al Departamento de Transporte de Florida en el condado de Palm Beach.
Caso real (no propio): $8,75 millones para los padres de un niño que murió cuando un motorista no respetó una luz roja y el todoterreno chocó como consecuencia. Condado de Palm Beach, Florida.
Caso real (no propio): $8,1 millones. Unos niños murieron cuando su abuela conducía un auto que chocó contra una barandilla, acabando en una canal.
Caso real (no propio): $7,5 millones. Un niño murió cuando se encontró atrapado en un aparato de ejercicio para bebés en una casa ajena. El albacea testamentario demandó al fabricante del aparato de ejercicios. Condado de Hillsborough, Florida.
Caso real (no propio): $4,1 millones solo por dolor y sufrimiento para el padre de 40 años de un niño de 12 años que se electrocutó debido a cables eléctricos expuestos en una parada de autobús en el condado de Miami-Dade. Esta adjudicación no incluye el reclamo de la madre. Ella resolvió su caso aparte. El veredicto tuvo lugar en el año 2005. El caso es Cabrera contra Eller Media.
Mis reflexiones: Básicamente, el jurado adjudicó $111,000 anuales por el dolor y sufrimiento que el padre padece y seguirá padeciendo como resultado de la muerte de su hijo. Conseguí esta cifra porque la expectativa de vida de un hombre es de aproximadamente 77 años. Por lo tanto, se esperaba que el padre viviera otros 37 años más o menos. Dividí los $4,1 millones por dolor y sufrimiento en los 37 años que se suponía que el padre viviera.
¿Tiene preguntas sobre un reclamo o indemnización por la muerte de su hijo menor? ¿Fue un accidente o incidente laboral? ¿Cuándo sucedió y en cuál ciudad y estado? ¿Dónde vive usted? ¿Cómo sucedió esta tragedia? Por favor, comparta los detalles conmigo en la sección de comentarios que se encuentra a continuación.
Crédito de imagen: Jacob Haas
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